Todo destino tiene una historia, pero no todos saben cómo contarla. El storytelling es el arte de transformar datos, fechas y hechos históricos en una narrativa emocionante y memorable que conecte con el público a un nivel emocional. Un buen relato es la diferencia entre visitar un lugar y vivirlo de verdad, creando un recuerdo imborrable.
Del Dato Histórico al Relato Emocional
El proceso de creación de un storytelling turístico comienza con una inmersión profunda en la historia. Una investigación rigurosa es la base para garantizar la autenticidad. Pero el objetivo no es dar una clase de historia, sino encontrar los elementos universales dentro de esos hechos: el amor, el conflicto, la aventura, el descubrimiento. Se trata de encontrar el «alma» del relato, un hilo conductor que permita al visitante empatizar y sentirse parte de esa narrativa.
Materializando la Narrativa: Canales y Experiencias
Una vez que tenemos la historia, ¿cómo la contamos? Aquí es donde la creatividad entra en juego. El relato puede tomar múltiples formas, mucho más allá de un panel informativo. Puede ser una ruta teatralizada donde actores den vida a los personajes de la época, una experiencia gastronómica que recupere los sabores de entonces, una aplicación móvil con contenido interactivo o un evento que recree un momento histórico clave. Cada canal ofrece una oportunidad para que el visitante se sumerja en la historia con los cinco sentidos.
En proyectos como la «Ruta de Isabel la Católica», hemos trabajado para convertir un legado histórico en un producto turístico vivo y coherente. Porque cuando una historia se cuenta bien, el patrimonio cobra vida y se convierte en un motor de desarrollo.
