El turismo sostenible ha dejado de ser una opción para convertirse en el único camino posible hacia el futuro. En una región con la riqueza natural y patrimonial de Extremadura, adoptar un enfoque sostenible no solo es una responsabilidad, sino también una increíble oportunidad para diferenciarse y ofrecer un valor añadido real. Pero, ¿qué significa realmente y cómo se aplica sobre el terreno?
¿Qué Implica Realmente un Modelo Sostenible?
Lejos de ser un concepto abstracto, la sostenibilidad en el turismo se apoya en tres pilares fundamentales. El primero es el pilar medioambiental, que implica crear experiencias que minimicen la huella ecológica, protejan la biodiversidad y optimicen el uso de recursos como el agua y la energía. El segundo es el pilar económico, que busca potenciar la economía local, apostando por proveedores de la zona, fomentando el empleo de calidad y asegurando que los beneficios del turismo se reinviertan en la propia comunidad. Finalmente, el pilar sociocultural se centra en proteger y poner en valor la identidad, las tradiciones y el patrimonio de cada comunidad, fomentando un intercambio cultural respetuoso.
Extremadura como Escenario Ideal
Nuestra región es un laboratorio perfecto para la aplicación de este modelo. Lugares como el Parque Nacional de Monfragüe, la dehesa extremeña o la Reserva de la Biosfera del Tajo Internacional no son solo postales, sino ecosistemas que requieren una gestión turística cuidadosa. Un turismo sostenible aquí significa, por ejemplo, desarrollar rutas de cicloturismo de bajo impacto, promover la gastronomía «kilómetro cero» apoyando a los productores locales o crear experiencias de agroturismo que permitan a los visitantes entender y valorar el ecosistema de la dehesa.
En Insertus, cada proyecto de consultoría o diseño de experiencias lleva en su ADN el compromiso con la sostenibilidad. Porque creemos que el mejor viaje es aquel que cuida de su destino, garantizando que las futuras generaciones también puedan disfrutarlo.
