Plaza de San Juan
La plaza donde comenzáis lleva el nombre venerado de San Juan, y en su esquina, una iglesia se erige con solemnidad. Los cristianos, en su devoción, levantaron aquí su altar, para que, en las ferias de ganado, pastores y dueños pudieran reunirse y rendir homenaje.
Buscad entre las piedras con mirada curiosa, pues un escudo aguarda, dispuesto a contaros su historia. En él, un águila orgullosa y un árbol noble se alzan, y sobre su cima, el yelmo altivo de un caballero lo corona. Pero fijaos bien, pues cada detalle guarda un misterio.
Decidme, ¿Cuántas plumas adornan su arrogante armadura? Mas no os dejéis engañar, que estos caballeros son vanidosos en su esplendor. ¡No olvidéis inmortalizar este escudo, pues su esencia quedará grabada en vuestra foto, como una huella eterna de su gloria!